viernes, septiembre 29, 2006

Dos años

Mi hijo cumplió dos años y ayer cuando lo hice dormir siesta -divertido al verlo abrazar a la mayoría de los peluches de 100 Acres (Pooh,Tigger, Igor y Piglet), en un abrazo incomodo porque yo lo tenía en brazos a él mientras lo mecía-, pensé en lo difícil que se hace poder resumir estos dos años junto a él. Podría citar algunos hechos, comentarlos además para evocar las experiencias a su lado:

*Verlo crecer,

El desarrollo del niño de 4 kilos 70 gramos que en su primera semana colocaba sobre mi pecho para que durmiera en las noches (repetí la escena días atrás y se nota los 12 kilos que ha ganado en estos años por lo que lo hice unos minutos)

*Ver como va conociendo el mundo,

Al principio llevándose a la boca los juguetes y cosas y ahora reconociendo el mundo en las revistas y TV.

Es capaz de gritar las marcas de los productos en nuestros paseos al almacén o supermercado, todos aquellos que ha visto en comerciales.

-Va a salir inteligente -me dijo una viejita semanas atrás.

-Yo creo que va a ser consumista -le respondí viendo la perplejidad en el rostro de la ancianita.

De alguna manera ver su asimilación del mundo hace que yo también lo vea como si fuera la primera vez que lo hago, volviéndome más conciente de las cosas o eventos que a él lo pueden asombrar, o creer que cosas le pueden gustar. Me ha hecho más conciente y empatico (no sé si sea buena tanta sensiblería en especial cuando veo la TV y aunque sé que veo ficción me dejo llevar en las emociones).

Difícil poder nombrar las experiencias con él de una manera objetiva, sin caer en lo asombrado queme deja cada una de sus salidas o avances en su desarrollo (ejemplo: le gusta posar para las fotos), la forma que interactúa con nosotros los adultos (con su vocabulario recién aumentando se hace entender. Bueno, igual se hacia entender con señas y ¡Hum!). Difícil no decir lo orgulloso y feliz que me hace.

domingo, septiembre 24, 2006

La palabra del día, la palabra perdida (casi una palabra muerta)

Percan:
1.- Algo en estado de descomposición y apestoso.
2.- Algo en estado putrefacto.

3.- Algo de olor putrefacto.


Una reseña como la anterior esperaba encontrar en el diccionario, era una palabra que había escuchado casi quince años atrás de una persona de hijos campesinos, por esto atribuí el termino a un modismo antiguo ya desaparecido. Lo hice hace unos días cuando vi el babero de mi hijo con la pelusilla de la descomposición, alguien había olvidado haberlo dejado en el canasto de la ropa sucia.


-Uff, eso está percan -dije y recibí miradas dubitativas que esperaban una explicación anexa. En ese momento me dije a lo mejor está muerta esa palabra y me puse a buscarla.
"Tal vez desapareció junto con 'julepe' y yo no he sabido".

Por suerte se encuentra la RAE y allí encontré esto:

percán.

(Del mapuche percan).
1. m. Chile. Moho que, por la humedad, se forma en diversas sustancias vegetales y animales.

Por lo que no estaba tan alejado, sólo exagerada mi interpretación de Percán (con tilde). El saber que si existía me hizo sentir un poco mejor… ¿Y que será de Julepe? Y claro, la encontré con la acepción que le recordaba (entre otros) “Julepe: Miedo, susto”.


He aquí una forma de usar "Percan":

viernes, septiembre 22, 2006

Mi hijo y Matman

Que a un niño le apasionen los trenes; a una niña, las muñecas doctoras, tiene su origen en el condicionamiento infantil. Así me lo hizo ver mi Pareja un día que conversábamos del interés de nuestro hijo por los aviones. Rastreamos su fascinación, tan sólo unos meses atrás, para descubrir que había comenzado con la canción de "Jayjay el avioncito", canción que le cantaba yo cuando hablábamos por teléfono. Esto tiene su historia:

Yo había visto la actitud que tomaba mi hijo con el teléfono cuando lo abuelos o tíos querían le querían hablar: No los tomaba en cuenta y comenzaba a jugar con el auricular. Aún no cumplía un año de vida y no le interesaban las largas conversaciones. Por eso comencé a cantarle y lo primero que se me ocurrió fue esa canción, así él prestaba atención.
Y bueno, luego seguí haciéndolo. Llegó un momento que cuando mi hijo lo veía en la tele -en los pequeños comerciales- se volvía loco.

Eso es en síntesis, sólo agregar que tuvimos que desintoxicarlo, mostrándole otros dibujos cantándole otras canciones. Ahora cuando lo ve se muestra interesado pero no eufórico como antes.

He pensado en ello luego de que los últimos días lo único que pide es Matman.
Todo esto comenzó unos meses atrás con mi hijo pegado mirando los comerciales relacionados con la campaña de Superman Regresa (película, figuras, otros).


-Páaa -decía él luego de verlo.


Ideamos hipótesis, teorías, o débiles argumentos para fundamentar esa fijación de mi hijo por Superman. Una de ellas era de mi pareja indicando mis gustos por los cómics lo que puede haberse pasado por los genes. Algo como lo de "El héroe de las mil caras" de Joseph Cambell, un arquetipo difícil de rastrear... sólo que ésta vez si era ubicable hasta la generación cercana.


Hasta que recordé, precisamente, a los cómics.


Cuando estuvimos todos juntos en nuestra casa del sur (suena imponente e hilando fino no lo es, sólo es un termino para referirse a las circunstancias que nos tenían viviendo juntos en lo que fue la casa de mis padres), allí tenía en unas repisas mis cómics y los que menos me interesaban estaban a un nivel bajo. Así fue como mi hijo jugaba con las revistas de Superman (hay que decir que luego de un tiempo el personaje aburre, y bajo los dibujos de Jurgens más todavía), y entre juego y juego comenzó su fijación.


Desde ese momento me a entrado una preocupación extrema en las estimulaciones que reciba mi hijo. A los pequeños todo los condiciona.


Ahora hemos comenzado a desintoxicarlo de Superman mostrándole a Bob esponja y Winnie the pooh, este último siempre estuvo con él en una franja con todos lo dibujos durmiendo pegada alrededor de su pieza.



¿Y Matman?


No era sólo las revistas de Superman con las que jugaba, también estaba Linterna Verde (Kyle Rainer) y por accidente estaban unos Batman - Blanco y Negro. Y para probar mi teoría de queel los identificaba desde allí le mostré un afiche con los superhéroes que había en la pieza de un primo y el apuntaba a los que conocía: Superman y Batman... le di los nombres y empezó a repetir el que le era más fácil: Matman.

Tiempo atrás vimos una parte de Los Increíbles y ¿a que no adivinan lo que gritó al ver a Bob Increible?

-¡Matman!

Por lo tanto a todo superhéroe le llama Matman ahora. :-D
Ahora planeo estimularlo leyéndole libros… antes ya le leía uno de Saki (algunos pasajes me hacían reír y a él le gustaba que le leyera, veremos que sucede).

Dentro de estos días mi hijo cumplirá dos años. ¿Qué será de él en el futuro...?

Cortaviento - Atrapando las Ideas

Una estancia para las ideas fugaces, para los chispazos creativos que pueden desembocar en historias. Para las mismas historias o (seudo) crónicas que no quieren desaparecer sin antes haber sido codificadas en palabras.
Apuntes de la vida que no se lleva el viento.