Supongo que gracias a la
lluvia no se habla de que estamos en el día 100 de una Cuarentena
"Total" desastrosa. Nunca fue TOTAL al permitirles a
empresas no esenciales seguir funcionando, al no entregar ayuda
social a la gente para que se quedara en casa (alimentos y congelando
cuentas de servicios básicos) y se vieron obligados a salir y
contagiarse.
Nunca hubo una barrera de entrada efectiva contra el virus. No
se aprendió de AH1N1 y las personas que llegaban desde el extranjero
solo se les pidió un papel notarial. Nunca he visto a un Notario
verme firmar un documento y menos lo voy a ver haciendo un chequeo
médico.
Se puso precio a los exámenes y se limitó a solo personas con
síntomas. Después, solo a los que tenían contacto estrecho. Esto
impide trazabilidad, no importó. Ahora se habla de Sistemas de
seguimiento, una trazabilidad inútil al disminuir los testeos
diarios y dejar factores de contagio sin identificar.
Se toman decisiones con números fabricados que aún no sé
bien a quienes salvan.
Hubo ayuda financiera a empresas, pudieron despedir o
"suspender contratos". Hubo ayuda a bancos para que
entregaran créditos a empresarios con criterio de banca, lo que
implica menos créditos otorgados.
Nunca se trató de evitar que la gente se contagiara, había
que mantener a la gente trabajando, endeudándose, consumiendo. Se
trajo ventiladores y se ufanan de ello cuando su uso es si el
paciente llega a la UCI, si no tiene preexistencias, si no debe
competir por su uso.
Tenemos un sistema de salud ideal para endeudarse. No se
hablado de ello, en la manera que esta enfermedad afecta también el
bolsillo.
Fuimos el país experto en inventar tramites presenciales.
Filas de personas en diferentes servicios y empresas. De estas
últimas a veces era/son para pagar créditos.
Pareciera que el producto estrella del país son los créditos.
Todo se mueve en torno a ellos y cada movida del gobierno, cada
ausencia de ayuda, cada anuncio de "nueva normalidad",
"retorno seguro", "conejillos de india para vacunas",
"leve mejoría" y los posibles slogans que vienen, en el
fondo dicen "No pidan nada al estado porque la salvación está
a la vuelta de la esquina y podrán seguir con sus vidas".
Hay más de 10 mil muertos (directo por Covid o posibles), pero
no hay en prensa ni tv sus 10 mil historias, demostrando que la
prensa chilena también es cómplice. Si choca un bus se sabrán las
40 historias de sus pasajeros, la del conductor, la del auxiliar. Se
condenará al chófer, a la empresa que lo contrató, a quién no lo
fiscalizó. Pero acá de los muertos por Covid hay poco o nada.
Estamos indefensos, abandonados a nuestra propia suerte,
gobernados por un criminal.
Eviten contagiarse, eviten endeudarse... aunque parece que las dos
son cada vez más imposibles de evitar.