martes, octubre 24, 2006

Pot Piuls y las juventudes consumistas


La desintoxicación de superman que hemos ido poco a poco haciendo a mi hijo nos ha demostrado que él, fácilmente, se obsesiona por todo. En estos días lo ha hecho por Pot Piuls. Mi Pareja me preguntó por qué le gustaría tanto los Pot Piuls, a lo que yo respondí que dicho programa era una publicidad, como comercial, más largo.

Conviene en este momento decir que es eso de Pot Piuls: los Power Rangers.
Desde que necesitábamos una ayuda auxiliar para mantener tranquilo a mi hijo usábamos la televisión, dejándolo ver el canal Discovery Kids y lo que más le llamaba la atención eran los comerciales, aquella publicidad de jugueterías y juguetes. Allí vio los Power Rangers después de Hot Wheels. Éstos últimos son los Pot Piuls y la publicidad de juguetes Power Rangers una extensión. A mi modo de ver.

Todo esto me hizo recordar un pensamiento que tenía años atrás -muchos años atrás-, sobre las series de TV con teenagers, pre-adolescentes y adolescentes que vestían a la moda o imponían la moda. Series sobre muchachos donde poco o nada aparecían sus padres. Muchachos que se reunían en locales de comida rápida o malls, que conducían autos -algunos tenían 16- y parecía que ellos controlaban sus vidas.
En aquella época -siendo ya un post-adolescente- me preguntaba si no sería eso lo que nos querían hacer creer, que eramos (pre)adolescentes dueños de nuestras vidas y que podíamos hacer lo que veíamos en pantalla. Y al fondo que llegué fue que: No sería que el mensaje era "consuman". No querían acaso volvernos juventudes consumistas. Donde el adorno de las escenas, repetido en episodio tras episodio y en distintas series, era esa vida relajada en locales de comida rápida y malls, dónde todos podían ir y ser aceptados no importando si eras friki, popular o intelectual. No estarían esos autos puestos como colocación de productos en exhibición constante.

Tiempo atrás leí un reportaje sobre los mensajes subliminales en las películas. A saber: un segundo de película contiene 24 fotogramas (las video-cámaras tienen más) y se pensaba que si se reemplazaba una imagen de ese segundo con un mensaje la conciencia no lo percibiría, pero si el inconsciente. Se hizo la prueba con una película y unos mensajes para vender productos fuera de la sala de cine: No resultó.
Tal vez se necesitaba más tiempo. O tal vez llegaron a la conclusión que no había para que hacerlo tan oculto. Que tal lo que digo yo: una situación de adorno constante como la que señalé más arriba.
...Y si fuera cierto.

Volviendo a mi hijo, hubo que quitar los Pot piuls (Power Rangers) ya se estaba poniendo a tirar patadas contra mi suegra. (-Digo en mi defensa que: Yo nunca he dicho que ella sea un monstruo, de mí él no ha sacado esa idea-).

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