Hoy no fue necesario salir al balcón a mirar como pasaban los autos y la gente caminando en la calle para ver como se incumplía la Cuarentena Total y el confinamiento preventivo, prendías la tele y podías ver como habitantes de grandes ciudades viajaban de paseo a otras ciudades o poblados. Había gente que era enviada devuelta a sus casas y había otros que tomaban vías diferentes para saltarse el control sanitario. ¿Cuántos de ellos están enfermos y asintomáticos? ¿Cuántos de ellos regresaran contagiados? (¿Cuántos de ellos son ‘cuicos’ contagiados inconscientes que esperan el regreso en su ciudad para pagar por un buen tratamiento, mientras que a quienes contagian no les alcanza para una atención particular? Maldad pura, y como son cuicos es maldad de alta pureza).
No hay multas para los viajeros inconscientes, sin embargo en la ciudad se hacían controles para ver que personas salían sin mascarillas y estos últimos si podrían ser multados. Se multa la pobreza, se castiga y se deja a la deriva.
El conteo oficial está tan maquillado que entre los recuperados están los fallecidos por Covid-19, ahora me hace sentido los que dicen que en Chile basta que nos enfermemos todos y muramos para estar todos recuperados.
Re-empecé otra vez mi lectura de un libro de Stephen King y en lo poco que revisé las rrss noté que el miedo estaba en la mayoría de los mensajes: uno, porque integrantes de la mesa social hablan de que siguen sin tener toda la información y dos, los viajeros escapando de la ciudad y posiblemente trasladando el virus. Parecía estar más tranquilo leyendo a King.
PD: Hoy con el hijo hicimos un queque y nos quedó bastante bien.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario