No fue un día caluroso, ideal para estar en casa y flojear (aun cuando no estuvieras obligado por la Cuarentena a quedarte en casa). Un día para leer y ver tv manteniéndose alejado de las redes sociales. Esto último algo se logró porque estuve viendo gráficas y proyecciones de contagio que espero que «“el Comité de expertos”» (así con dobles dobles comillas) también las vean y tengan ideas para que no ocurran los malos pronósticos. También vi malas informaciones en dónde no se aplicaron todos los protocolos, pero luego decidí no seguir leyendo esas informaciones para no bajonearme.
Cosa complicada cuando no se le cree al gobierno y se sabe que estos no transparentan ni muestran toda la información, al nivel de que el ministerio de ciencias tiene que procesar los pdf y transformarlos a un formato para planillas electrónicas ya que no tiene acceso al sistema con la fuente de los datos. No transparentar la información es ideal para esconderla. Deprimente esto cuando dije que no quería bajonearme.
Pasando a otro tema, igual no flojeamos tanto. En la tarde hicimos unas galletas y pizza; el hijo se mostró decidido en ayudar, le ha gustado en aprender a hacer cosas y más si esas cosas se las puede comer después. Ya está más acostumbrado a mezclar las harinas y los elementos, y amasa un poco más. Salió bien.
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