Es un primero de mayo con miles de trabajadores cesantes y en el desamparo por el coletazo del Covid-19. El mismo gobierno que juega con las definiciones y nos tiene en una Cuarentena Total con excepciones, hace una Ley de Protección del Empleo que en realidad beneficia al empresariado; además hay much@s desemplead@s que han visto que sus empleadores no pagaron todas las cotizaciones previsionales y hoy están en una peor situación.
"Se ganaron una protesta", me dijo el dependiente del almacén hace unos días cuando salí a comprar, es un joven peruano de risa fácil. Fue después de preguntarme qué me parecía la Cuarentena, le dije que una Cuarentena que permite tanta gente en la calle no tiene mucho sentido, y que en esta zona me parecía estratégica, "más parece que no quiere a los manifestantes gritando afuera de La Moneda y de los Ministerios". Se rió, me dijo que todos los que van a comprar le han dicho lo mismo, "se ganaron una protesta".
Habrá que cumplir las distancias de separación, llevar, además de las botellitas de agua con bicarbonato o vinagre con laurel, una con jabón gel; sin olvidar guantes, mascarillas y sí o sí con antiparras (hay que proteger los ojos no solo por los balines, también para no dejar que el virus entre). Pero hoy se ha visto que para el gobierno no existen marchas pacíficas son duramente reprimidas. Se necesitará mayor organización para mantener el grito en el aire más tiempo.
Otro problema que veo es que nos falta hacer ejercicio y ponernos en forma antes de salir a protestar. Ayer caminé unas 10 cuadras llevando un carrito para traer las compras y terminé con un dolor en una pierna, que me sigue hasta hoy. El encierro nos tiene en un condición física paupérrima.
Hay que hacerse la idea, habrá que salir en algún momento a gritar con fuerza, el gobierno y el empresariado no pueden quedarse tranquilos en su indolencia.
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