Día 56 de Cuarentena Total.

Supongo que deberemos obligarnos a tener una mirada positiva. Tratar de encontrar esa luz de esperanza necesaria para afrontar los días que vienen. Quiero creer que en una semana más bajarán los números de contagiados y que eso significará que dos semanas más haya una pequeña descongestión en los hospitales y clínicas… o quizá es demasiado optimista pensar así cuando hay analistas que consideran que de aquí a mes y medio estaremos en lo peor. Hoy los números de fallecidos por Covid fue de 45 (en el conteo oficial), no veo manera de ver aquello como algo bueno, me dejó mal escuchar las cifras y creo que después de una hora empecé a pensar en que habrá que buscar una esperanza. Buscar y encontrar.

“Obligarnos a tener una mirada positiva” puede resultar violento para aquellas personas a las que el tema y circunstancias que rodea la pandemia Covid-19 las ha desmoronado y en este tiempo, además de sentir la amenaza o vivirla, han debido tratar de recomponerse, de ponerse enteras por si mismas. Personas que ya tienen una carga y para quienes será difícil tratar de mirar hacia adelante cuando la nube negra que sobrevuela del Covid-19 para ellos ha bajado y se ha transformado en una neblina demoledora, que rodea todo y de la que no hay escapatoria. Hay que estar alerta, lo más probable que alguna persona tras una sonrisa en una videollamada o por el silencio que tomen en estos días, no veremos, ni nos demos por enterado lo que están pasando. Es fácil decir hay que apoyarlas, cuando será difícil comunicarnos de manera completa por el encierro que nos tiene aislados. Y es normal que aquellas personas que la están pasando mal, en ocasiones, no lo demuestren pensando que no estaría bien que otros carguen el pesar que llevan. El encierro complica todo. Pero si las detectamos debemos ofrecer nuestra ayuda. Tratar de que vean esa luz que encontremos y que sea lo suficientemente brillante para que la puedan ver a través de la neblina.

Estoy tratando de pensar de manera positiva, quizá así pueda ver una luz de esperanza. A pesar del conteo, de las noticias, del actuar irresponsable de la gente como los que abandonaron Santiago ayer, un kilométrico taco hicieron ayer en dirección a la quinta región. De manera positiva me digo que quizá son los que trabajan en Santiago pero viven fuera y que por lo menos se quedaran encerrados en casa, cuidándose. Me gustaría, que por lo menos, sea así. ¿Pensamiento positivo o solo me estoy engañando?