La palabra “Cuarentena” viene del siglo XIV en el período de la Peste Negra, fue una medida sanitaria con la que se aisló a grupos de personas para impedir la propagación de contagio por 40 días. Con el paso del tiempo el procedimiento quedó con ese nombre, aun cuando por las diferentes enfermedades se dan tiempos de aislamiento diferentes.
Otra cosa interesante de esa etapa es que se señala que también sería el origen del miedo innato a los ratones, por ser los objetos infecciosos de la peste y como una medida de alerta ingresada en nuestro ADN quedó ese miedo o repulsión.
Tiendo a pensar en el cuento “La máscara de la muerte roja” de Poe, un príncipe viendo diezmado su reino decide refugiarse en una abadía con todas sus amistades y luego de meses, cuando la peste de la muerte roja se ha recrudecido, el príncipe prepara una fiesta donde… Tenía 13 o 14 años cuando leí el libro “Narraciones Extraordinarias” donde estaba ese cuento. Ese libro me voló la cabeza.
El sector en que vivo sigue en cuarentena, no terminó a los 40 días y hoy se anunciaron las comunas vecinas que se suman a este encierro preventivo. Al ser más comunas noto que hay un temor que empieza a instalarse en sectores más vulnerables, el miedo a pasar hambre. Se necesita una respuesta a nivel de gobierno que le de seguridad a estos grupos de personas, que sientan que tendrán algo de protección en ese aspecto. O puede desencadenar cosas más terribles. Más terribles que las que cuenta un cuento en que se deja a su suerte a una población, mientras otros se encierran en espacios “seguros”.
Quedo pensando en si habrá una transformación social después de la pandemia y en si habrá un miedo nuevo que se integre a nuestros genes.
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